¿El Fin de los Economistas? – parte 2

Publicado por Milton 22 de julio de 2010

Planeamiento y Gestión

Al inicio de los años 90, durante el Consenso de Washington, la actividad de planificación en Brasil fue abolida, y créanlo, lo hicieron los gobiernos civiles, luego después de la redemocratización. El planeamiento público olía a los militares y principalmente a la antigua Unión Soviética recién “liberada”. Aquí, vale la pena hacer una pequeña mención a la historia de este país. En la Unión Soviética, desde la desestalinización, el socialismo fue siendo substituido por una burocracia comandada por la Номенклату́ра, o Nomenklatura. Номенклату́рий рабочий o Nomenklaturiy Rabotniy, o sea, Trabajadores Relacionados es la expresión que dio origen a esta sigla. No podían decir Trabajadores Clasificados, pues sería evidente que era una nueva clase social que venía implantándose.

            Con la “democratización” de Rusia, la Nomenklatura se tornó una nueva clase capitalista asumida, y, por las informaciones privilegiadas y por el poder que tenía, se apropió privadamente de los bienes del estado, sacándose todas las máscaras completamente. Aquí en Brasil ocurre algo muy parecido cuando el hijo de un ex donatario de la Compañía Vale do Rio Doce durante el período del régimen militar, usa las informaciones privilegiadas escondidas por el padre para apropiarse de los yacimientos estratégicos de minerales, registrándolos en su nombre y vendiéndolas por valores billonarios a empresas extranjeras.

La planificación socialista que hizo que el PIB de aquel país creciese 38% en 1938, fue entonces substituida por el mercado, por las artimañas, las vivezas, en resumen, por la mafialización que hoy marca la nueva fase del capitalismo global y, bien descaradamente el ruso, que es, entre todos, el más moderno. Lenin en 1918 escribió “Imperialismo, etapa superior del capitalismo”. Dejo aquí un consejo de título para quién quiera continuar la obra de Lenin: “Mafialismo, último suspiro del capitalismo”.

La mafialización del Capitalismo

Vivimos efectivamente un período en que la economía, la política, los medios de comunicación, las religiones, la cultura, los deportes y el propio “aparato de estado” están dominados cada vez más por familias, grupos y corporaciones que usan y abusan de las prácticas mafiosas. La filosofía del “Estado Mínimo” es manifestada en el discurso de la reducción de la carga tributaria, de la reducción del papel del Estado, de la transferencia de las atribuciones del estado para grupos privados, de la abolición de la planificación estatal y por la substitución de la función del planeamiento por el “presupuesto y gestión”, o sea, la substitución de la visión de largo plazo por la de corto plazo, y de la política de inversiones públicas por el simple recorte de gastos.

            En Brasil, en la “Nueva República”, el Ministerio de Planeamiento era el centro del fisiologismo dominante, de la distribución de cestas básicas en nombre de una innovadora “preocupación con lo social”. Los partidarios del Partido de la Social Democracia Brasileña, PSDB, que vinieron en seguida, tuvieron mucho coraje en asumir su lado neoliberal, vendiendo las estatales a precio de huevo para grupos aliados, y desmontando toda la función de planeamiento público sin ningún pudor. El gobierno de Lula, guiado por la inteligencia intuitiva del mandatario, quedó avergonzado y volvió con el nombre de Planeamiento, pero continuó sólo haciendo Presupuesto. Como dijo Marx: “Casuística innata en los hombres, la de querer mudar las cosas mudándoles los nombres”. El mismo pragmatismo une los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso y Lula, ambos hijos del mercado globalizado. Es como en el samba de Zeca Pagodinho, uno de los ídolos musicales de Lula: “¡Deja a la vida llevarme, la vida me lleva!”.

Planeamiento Regional

¿Y el planeamiento regional que permitía una mejor distribución de los frutos del desarrollo entre las diferentes regiones, evitando los flujos migratorios, el éxodo rural y las amenazas de desintegración de los territorios?  Por increíble que parezca, los militares permitían la convivencia de la lógica “laissez faire” del mercado con la del planeamiento, pero los gobiernos civiles que los sucedieron liquidaron toda la inteligencia estatal, en nombre de los modismos y de los nuevos tiempos de pensamiento único globalizado. El planeamiento regional fue simplemente abolido, siendo substituido por la lógica privada inmediatista que lleva a la concentración espacial, llena nuestras ciudades hasta que éstas, como los agujeros negros cósmicos, entran en colapso, por la falta de movilidad, escasez de agua, inundaciones por la impermeabilización del suelo, contaminación sonora, atmosférica y la violencia descontrolada. Como los agujeros negros, que tienden a hacer implosión creando Supernovas, nuestras ciudades están entregadas a la Providencia Divina. No debe ser por casualidad que todo alcalde brasileño sueña con una estatua del Cristo Redentor, maravilla entre las maravillas.

            Me recuerdo del final de los años 70, cuando Minas Gerais tenía como gobernador a Aureliano Chaves, que llegó a ser vice-presidente del general João Figueiredo, teniendo un papel importante en el proceso de vuelta de los civiles al poder. En ese momento yo estaba estudiando economía y tuve la oportunidad de hacer una práctica en la Fundación João Pinheiro, FJP, más precisamente en el “Plan de Desarrollo del Sur de Minas”. En la época, quien dirigía el programa eran técnicos alemanes del GTZ, Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit, ou Sociedad de Cooperación Técnica por el Trabajo. Aprovecho aquí para agradecer lo mucho que aprendí acerca de planeamiento regional con los técnicos alemanes y brasileños. Nuestro trabajo consistía en preparar el Sur de Minas para beneficiarse de la calidad de vecino de São Paulo y de la expansión económica que vendría a partir de la saturación de la Región Metropolitana de la capital paulista.

La duplicación de la rodovía Fernão Dias fue el momento en que centenas de fábricas vinieron desde São Paulo para el Sur de Minas, que gracias a aquel trabajo de planeamiento se pudo preparar para esa oportunidad. También había dentro de la FJP el “Planoroeste”, enfocado en el Noroeste del Estado, que fue preparado para beneficiarse de la expansión económica de Brasilia. Hubo también un plano regional específico para la región del Vale do Rio Doce. Todos estos “planes” o programas, eran responsabilidad de la Dirección de Planeamiento, sobre el comando de uno de los mayores especialistas brasileños en planeamiento, el profesor Paulo Haddad, creador del CEDEPLAR, Centro de Desarrollo en Planeamiento Regional de la Universidad Federal de Minas Gerais, UFMG, siendo por mucho tiempo referencia internacional en Planeamiento Regional. Él fue Secretario Estadual de Hacienda y Planeamiento en la Administración de Francelino Pereira y Ministro de Hacienda por un breve período durante el gobierno de Itamar Franco.

Presupuesto Público

Aquí ya hablamos del ocaso del planeamiento en Brasil. ¿Y el presupuesto público? ¿Cómo imaginan ustedes que se hace? Hablo aquí como ex subsecretario de presupuesto de Minas Gerais. Quien piensa que éste es hecho por los economistas y otros técnicos del Ministerio de Planeamiento y de las Secretarías Estaduales de Planeamiento está rotundamente equivocado. Esta “tecnocracia”, como era peyorativamente llamada en la época de los militares, también fue abolida con la “redemocratización”. Se explica: con la redemocratización, el costo de las campañas políticas aumentó mucho. ¿A quién recurrir para su financiamiento? Esto requería una “ingeniería financiera”. El presupuesto pasó a ser hecho por ingenieros y otros técnicos, no del Estado, sino de las empresas contratistas que elaboran las enmiendas que “sus” diputados presentan. Bien, ahí está una posible explicación de por qué las facultades de economía desistieron de formar futuros ministros de estado y en su lugar forman ingenieros financieros, probablemente para elaborar el presupuesto estatal dentro de las empresas contratistas de obras públicas.

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