Mário Quintana – frases V – Sabiduría

Publicado por Editor 21 de mayo de 2021

No prende, no apreta, no sofoca. Porque cuando se convierte en nudo, ya dejó de ser lazo…

La modestia es la vanidad escondida atrás de la puerta.

Yo quiero el mapa de las nubes y un barco bien sosegado.

La añoranza que duele más profunda e irremediablemente es la añoranza que tenemos de nosotros.

Eterno es todo aquello que dura una fracción de segundo, pero con tamaña intensidad que se petrifica, y ninguna fuerza jamás lo rescata…

La indiferencia es la manera más pulida de despreciar a alguien.

Sólo los niños y los bien viejitos conocen el deleite de vivir día a día, hora a hora, y sus esperanzas son breves.

La esperanza es un buitre pintado de verde.

La sonrisa enriquece a los receptores sin empobrecer a los donadores.

La indulgencia es la manera más pulida de despreciar a alguien.

La indiferencia es la más refinada forma de pulidez.

El verdadero coraje consiste sólo en que no nos importe la opinión de los otros. ¡Pero cómo cuesta!

Soñar es despertarse hacia dentro.

La respuesta correcta no importa nada: lo esencial es que las preguntas estén correctas.

Cuando alguien le pregunta a un autor lo que éste quiso decir, es porque uno de los dos es burro.

Quien pretende sólo la gloria no la merece.

En los acontecimientos sí es que hay destino: En los hombres, no – espuma de un segundo…

Los verdaderos analfabetos son los que aprendieron a leer y no leen.

Para los pescaditos del acuario, quien cambia el agua es Dios.

Lo que tienen de bueno nuestros más preciados recuerdos es que ellos generalmente son falsos. Si yo fuese realmente a creer en todo lo que pienso me volvería loco.

La mayoría de las personas vive de convicción y no de ideas.

Al final la gente acaba descubriendo que hasta la imaginación tiene un techo. E incuso es muy bajo.

Lo triste de los camino es que ellos jamás pueden ir adonde quieren. Hay ilusiones perdidas pero tan lindas que la gente las ve partir como esos globitos de color que se nos escapan de las manos y desaparecen en el cielo.

Sólo lo que está perdido es nuestro para siempre.

Las únicas cosas eternas son las nubes.

La vida es la tarea que trajimos para hacer en casa.

¡Una curva del camino, anónima, se torna a veces el mayor recuerdo de toda una vuelta al mundo!

¡Plante su jardín y decore su alma, en vez de esperar que alguien le traiga flores!

Al final vas a ver que las cosas más leves son las únicas que el viento no logró llevar…

Triste por quien no conserva ningún vestigio de la infancia.

Son los pasos los que hacen los caminos.

El más chato es el chato preguntón. Prefiero al chato discursivo o narrativo, que se puede oír pensando en otra cosa…

Si yo pudiese agarraría el dolor, lo colocaba dentro de un sobre y lo devolvía al remitente.

¿Quién hace – en mí – esta interrogación?

La felicidad bestializa, sólo el sufrimiento humaniza a las personas.

Los niños no juegan a jugar. Juegan de verdad.

No son todos los que realizan los viejos sueños de infancia.

El mundo del sueño es silencioso como el mundo submarino. Por eso hace bien soñar.

No deje de hacer algo que le gusta debido a la falta de tiempo; la única falta que tendrá será de ese tiempo que infelizmente no volverá jamás.

Un día descubrimos que a pesar de vivir casi un siglo, todo ese tiempo no es suficiente para realizar todos nuestros sueños, para decir todo lo que tiene que ser dicho…

La mentira es una verdad que se olvidó de acontecer.

Yo vivo en mí mismo. No es malo que el cuarto sea pequeño. Es bueno, así tengo menos lugares para perder mis cosas.

Lo mejor del susto es esperar por él.

¿Buscas la perfección? No seas vulgar. La autenticidad es mucho más difícil.

Nunca me den el Cielo… Lo que quiero es soñar con él en la feliz inquietud del purgatorio.

Ciego es aquél que no ve a su prójimo morir de frío, de hambre, de miseria. Sordo es aquél que no tiene tiempo de oír un desahogo de un amigo, o el apelo de un hermano.

Las reticencias son los tres primeros pasos del pensamiento que continúa por su propia cuenta su camino.

Del Bien y del Mal

En el fondo, no hay bueno ni malos. Solamente hay quienes sienten placer en hacer el bien y los que sienten placer en hacer el mal. Todo es deleite…

De un autor inglés del añorable siglo XIX: El verdadero gentleman compra siempre tres ejemplares de cada libro: uno para leer, otro para guardar en el estante y el último para dar de regalo.

Me pregunto por qué el aullar de los lobos, los truenos, los rayos constituyen el telón de fondo para las escenas de terror. Pues, cuando el miedo es mucho, se hace un silencio en el alma. Y nada más existe.

No, la peor tragedia no es la caída inesperada, rápida, definitiva y única como un rayo y que puede ser atribuida a un castigo divino…

Sino la que se arrastra cotidianamente, sordamente, monótona como una lluvia finita.

Sonríe con tranquilidad

Cuando alguien te calumnia.

Quién sabe lo que no sería

Si él dijese la verdad…

No te irrites por los males que te hagan…

Estudia friamente el corazón ajeno.

Harás así del mal que ellos te desean,

Tu más amable y sutil recreo…

Cómo perdonar a los enemigos

Perdonas… eres cristiano… bien lo comprendo…

Y es más cómodo, en suma.

No disculpes, sin embargo, ninguna cosa,

Que ellos bien saben lo que están haciendo…

De la paz interior

El sosego interior, si quieres alcanzarlo,

No dejes ninguna cosa incompleta o postergada.

No hay nada que dé un sueño más tranquilo

Que una venganza bien ejecutada…

Sé bueno

Pero al corazón

Prudencia y cautela se juntan.

Quien se unta entero de miel,

Los osos lo lamerán.

Quiero siempre poder tener una sonrisa estampada en mi rostro,

aun cuando la situación no sea muy alegre…

Y que mi sonrisa logre transmitir paz para los que estén a mi alrededor.

Del sabor de las cosas

Por más raro que sea,

O más antiguo,

Sólo un vino es de verdad excelente:

Aquél que tú bebes calmamente

Con tu más viejo

Y silencioso amigo…

Del análisis

¡He aquí un problema! Y cada sabio en él aplica

Sus lentes abismales.

Pero quien gana con eso es el problema, que queda

Siempre con una X más…

De la eterna búsqueda

Sólo el deseo inquieto, que no pasa,

Hace el encanto de la cosa deseada…

Y terminanos desdeñando la caza

Por la loca aventura de la cazada.

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