Invito a todos a zambullirse en la fascinante historia de uno de los principales nombres del arte popular mexicano: Frida Kahlo. Ella fue militante del partido comunista, se casó con el muralista Diego Rivera, representado por Alfred Molina, y fue amante de León Trotsky, interpretado por Geoffrey Rush.
Hablar del filme “Frida” es revivir emociones, ¡es provocar pasión! Es inspiración pura. Es increíble la semejanza física y la brillante interpretación de Salma Hayek como Frida. Ella imprime un colorido en el personaje, una sensualidad, una fuerza poética que contrasta con un conjunto de experiencias de un matrimonio abierto, de bisexualidad, de sobredosis, de traiciones, de arte y de política.
La directora Julie Taymor logró traducir de forma extraordinaria la pasión de una mujer que está lejos de ser una referencia para los patrones estéticos del mundo artístico. La protagonista, que a los 6 años tuvo poliomielitis, quedando con una grave lesión en el pie izquierdo, y que después de un grave accidente en su adolescencia quedó con el abdomen y útero perforados, se lanzó al mundo tornándose una especie de ícono feminista de su época, chocando con su irreverencia contra su entorno social y provocando una revolución cultural. Lanzó su propia moda al usar pantalones largos y faldas exóticas hasta los pies, las cuales se convirtieron en su marca personal.
Vivió intensamente todas las formas de amor inherentes al ser humano. Amó a hombres y mujeres, pero principalmente a la pintura que retrataba su propia realidad, dando vida a sus cuadros. Es inusitada la escena donde Frida, estando con prohibición de su médico para salir de la cama, va a una exposición de trabajos de Diego Rivera postrada en una cama empujada por enfermeros. ¡Es buenísima!
La historia ocurre en un país latinoamericano inmerso en la pobreza y en un intenso movimiento político-cultural. La fotografía es cautivadora. La banda sonora es “caliente” y envolvente, especialmente la interpretación de “La llorona” por la propia autora, Chavela Vargas, que fué amiga de Frida. Hablar de Frida es hablar de una mujer íntegra, es refrendar la lucha por el derecho de las mujeres de ser plenamente humanas y de realizar todo aquello que nos hace bien y nos da placer.
El cine latinoamericano tiene un condimento único: es excepcionalmente marcado por la estética realista de la existencia. Esta película es una de las más lindas que he tenido la oportunidad de disfrutar.
¡Un abrazo y hasta la próxima!
Vea Chavela Vargas cantando “La llorona”:
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