Infraestructura, el desafío de la RMBH para la década

Publicado por Lucas Moreira Campos 21 de enero de 2011

Algunos municipios de la Región Metropolitana de Belo Horizonte (RMBH) tuvieron elevadas tasas de crecimiento demográfico en las últimas décadas. Una de las principales causas de esta explosión demográfica de los municipios de esta región durante las décadas de los  90 y 2000, fue la intensificación del proceso de industrialización asociada a las pésimas condiciones de subsistencia en el interior del país. Esto causó un aumento expresivo del éxodo rural y del crecimiento desordenado.

Se crearon nuevos distritos industriales con la intención de atender nuevas demandas y hubo fenómenos como la adopción del “Just in Time” y el aumento de industrias contratistas de la FIAT, principalmente en Betim y Contagem. Este proceso consolidó a Belo Horizonte como una ciudad de servicios, Betim y Contagem como polos industriales, y a Ibirité y Ribeirão das Neves como ciudades dormitorios.

Sin embargo, hay nuevas perspectivas para el futuro de la RMBH. Los resultados del Censo 2010 realizado por el Instituto Brasilero de Geografía y Estadística, IBGE, apuntan a la desaceleración del crecimiento demográfico, y las ciudades de la RMBH presentaron contingentes de población por debajo de lo que estaba estimado. Un ejemplo de eso son los municipios de Betim y Ribeirão das Neves. En el caso de la primera se estimaba una población aproximada de 500.000 habitantes, no obstante, en el censo fueron contadas sólo 377.000, y en el caso de Ribeirão das Neves se estimaban 350.000 habitantes y se contabilizaron 296.000.

La principal causa de este fenómeno fue ciertamente la caída de la migración. Los incentivos para la mejoría de las condiciones de vida en el campo redujeron la explosión demográfica urbana. Programas de seguridad alimenticia como el Bolsa Familia, jubilaciones para trabajadores rurales, el programa de universalización de la electricidad rural Luz para Todos, las crecientes inversiones en Agricultura Familiar, nuevos asentamientos de trabajadores rurales sin tierra, entre otros, posibilitaron el desarrollo regional y mantuvieron a la población en el interior del país.

Con el crecimiento demográfico desacelerado, los próximos desafíos para la RMBH son los relativos a la mejoría de la calidad de vida. Construir moradas de buena calidad, invertir en el sector de la población que todavía vive debajo de la línea de la pobreza y crear una situación de mejoramiento de la calidad del empleo son avances que pueden ser alcanzados en esta década que se inicia. Pero las cuestiones más graves de la RMBH son los puntos débiles en la infraestructura.

Los medios de transporte son totalmente ineficientes e insuficientes. En la década pasada, por ejemplo, las inversiones en infraestructura de transportes, como la duplicación de la Avenida Antonio Carlos y la Línea Verde, sólo buscaron facilitar el transporte de vehículos particulares, que es lo más ineficiente. No hay ninguna innovación en términos de paradigmas. El individualismo del transporte en coches particulares predominó sobre el transporte colectivo de masas, que prácticamente no tuvo ninguna atención durante la última década. También son notables otras graves deficiencias en relación al comercio y a los servicios. En la elección de Belo Horizonte como una de las sedes de la Copa del 2014, se desnudó la fragilidad del sector hotelero de la ciudad.

Esta falta de inversiones puede ser observada en la práctica cuando se transita por las carreteras con porte de avenidas urbanas como el Anillo Rodoviário, que tiene embotellamientos constantes. El transporte público en el municipio también es deficiente, prácticamente limitado a los autobuses, y es como si no tuviera metro, porque hay sólo una línea de tren urbano que ni siquiera pasa por las regiones más importantes de la ciudad, y no tuvo ni un centímetro de expansión en la última década.

El principal problema es que con las mudanzas constantes en el ámbito de la RMBH no hay perspectivas de mejoría. En Belo Horizonte, diariamente se le pone placa a 500 vehículos por día, y el Ministerio de las Ciudades, con un baño de agua fría, simplemente dijo que no va a invertir nada hasta el 2014, ni en la expansión del tren urbano, ni en la implantación de un metro, sólo en la implantación de Autobuses de Tránsito Rápido, BRTs, lo que probablemente no surtirá mucho efecto. Aparte de eso, la licitación de revitalización del Anillo Rodoviário fue cancelada.

El caso más escandaloso de esta falta de estructura es la carretera BR-381 en el trecho entre Belo Horizonte y Governador Valadares. Es un trecho con gran movimiento, sobretodo de vehículos pesados, que ni siquiera tiene doble pista y es considerado el trayecto más peligroso de toda la malla vial brasilera. El término de la obra de duplicación sólo está previsto para concluirse el año 2015.

Esta falta de infraestructura no es problema sólo de la RMBH, sin embargo, si se compara con otras regiones metropolitanas, es evidente que hay un descuido con la región, principalmente en inversiones que deberían ser hechas junto al gobierno federal. Para que el crecimiento económico ocurra de forma sustentable es necesario inversiones suficientes en infraestructura. Los puertos, aeropuertos y carreteras deberían ser puntos prioritarios, mientras el gobierno invierte en un tren-bala, una obra de costo estratosférico, cuya eficiencia es cuestionable. Las regiones metropolitanas de São Paulo y Rio de Janeiro tuvieron más inversiones básicas. São Paulo, por ejemplo, tiene 4 líneas de metro que son importantísimas para la movilidad del municipio.

Para que no haya un colapso debido a la falta de infraestructura en la RMBH, primero debe darse incentivos para que el sector de servicios pueda atender debidamente a la oferta existente. En el campo de transportes la cuestión es más compleja, pues las obras estructurales que la RMBH necesita con urgencia demandarían aparte de la inversión, mucho tiempo para madurar. Es sabido por todos que todo lo que depende del poder público para acontecer demora más que lo que debería.

La construcción del nuevo anillo, integrando más municipios en la RMBH y la transformación del Anillo Rodoviário en avenida es un punto esencial. Esto posibilitará la retirada de circulación de vehículos pesados de las áreas urbanizadas y más densas, como el Anillo Rodoviário, la Avenida Amazonas y la Avenida Cristiano Machado.

Otra cuestión fundamental es expandir el tren urbano e implantar por lo menos una línea de metro. El tren urbano actual puede integrar municipios al norte y al oeste de la RMBH como por ejemplo Vespasiano y Betim, desahogando las Avenidas Amazonas y Cristiano Machado. La implantación de la línea de metro Pampulha-Savassi, proyectada desde los años 90, es una estratégica obra de infraestructura, pues atenderá a los puntos más dinámicos del municipio de Belo Horizonte.

La Región Metropolitana de Belo Horizonte es la tercera más importante de Brasil, sin embargo, la falta de inversiones muestra un gran desfase de esta región en relación a las dos primeras. En Brasil hay una estructura de servicio público totalmente ineficiente con gestiones mucho más políticas que técnicas que no tienen una cultura de proyección a largo plazo. Además, el estado tiene una estructura faraónica, dominada por corporaciones acostumbradas a una vida pomposa, que se presenta carísima para el contribuyente y para el sistema productivo, lo que es inaceptable, ya que el estado es carísimo e incapaz de cumplir sus obligaciones básicas como salud, educación, seguridad pública, seguridad social e infraestructura.

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