Perfeccionando el cuerpo energético

Publicado por Editor 27 de noviembre de 2013

 

El acertijo de cuán imposible y al mismo tiempo cuán fácil es mover el cuerpo energético. Lo estás tratando de mover como si estuvieras en el mundo cotidiano. Empleamos tanto tiempo y esfuerzo en aprender a caminar que al final creemos que nuestro cuerpo energético también debe caminar. No hay razón por la cual deba hacerlo excepto que caminar es lo primordial en nuestra mente.

Los brujos dicen que en la tercera compuerta del ensueño todo el cuerpo energético se puede mover como se mueve la energía: rápida y directamente. Su cuerpo energético sabe exactamente cómo moverse. Él puede moverse como en el mundo de los seres inorgánicos.

Los brujos llevan bastante tiempo para aprender a mover el cuerpo energético. Después que aprendas solo cómo mover tu cuerpo energético, continúa moviéndote. Mover tu cuerpo energético abre una nueva área, un área de exploraciones extraordinarias.

Como ya sabes, ser transportado por un explorador es la verdadera tarea de la segunda compuerta del ensueño. Es un asunto muy serio, pero no tan serio como forjar el cuerpo energético. Por lo tanto, tienes que asegurarte, por tus propios medios, si estás verdaderamente viéndote dormido, o si estás solamente soñando que te ves dormido. La nueva exploración extraordinaria de la que te hablé depende de si en realidad te ves dormido.

En este punto necesitas hacer una maniobra drástica. El emisario de ensueño no tiene nada que interferir en tus ejercicios. O mejor dicho, tú no debes permitir eso sobre ninguna circunstancia. Haz una maniobra simple, aunque difícil. Después de comenzar a ensoñar, verbaliza en voz alta tu deseo de no contar más con el emisario de ensueño. Vas a librarte de él para siempre.

Esencialmente no hay necesidad de que elimines el emisario. Lo importante es obligarlo a proponer un modo alternativo, conveniente para ti. Los ensoñadores demoran mucho para perfeccionar sus cuerpos energéticos. Y es exactamente eso lo que está en juego: perfeccionar tu cuerpo energético.

El motivo de que el cuerpo energético esté impulsado a examinar cada detalle y quedarse atrapado a ellos se debe a la inexperiencia, su estado incompleto. Los brujos pasan toda su vida completando su cuerpo energético, dejando que él absorba todo lo que sea posible como una esponja.

Hasta que el cuerpo energético esté completo y maduro, él es auto absorbido. Él no logra liberarse de la compulsión de ser absorbido por todo. Pero si tomamos eso en consideración, en vez de luchar contra el cuerpo energético, podemos ayudarlo. Direccionando su comportamiento, esto es, acechándolo.

Como todo lo que está relacionado al cuerpo energético depende del posicionamiento adecuado del punto de encaje, y como el ensueño no es nada más que un medio de moverlo, acechar, consecuentemente, es el medio de hacer que el punto de encaje se fije en la posición ideal, en este caso, la posición donde el cuerpo  energético puede ser consolidado, y de la cual él finalmente emerge.

En el momento en que el cuerpo energético logra moverse solo, los brujos presumen que fue encontrado el posicionamiento ideal del punto de encaje. El siguiente paso es acecharlo, esto es, fijarlo en aquella posición para completar el cuerpo energético. El procedimiento es de una simplicidad total. Basta intentar acecharlo.

Deja tu cuerpo energético intentar la llegada a la mejor posición de ensoñar. En seguida, deja tu cuerpo energético intentar la permanencia en esa posición, y estarás acechando. Intentar es el secreto, pero ya sabes de eso. Los brujos mueven su punto de encaje a través del intento, y lo fijan también a través del intento. Y no existe técnica para intentar.

Aprendemos a intentar a través de la práctica. El posicionamiento ideal y la fijación del punto de encaje son metáforas. No tienen nada que ver con las palabras usadas para describirlas.

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