Voy a organizar un conjunto de conceptos que bajo ninguna condición deberán ser tomados como teorías de brujos, porque es un conjunto formulados por los brujos toltecas del México antiguo como resultado de ver la energía directamente mientras fluye en el universo. Voy a disponer ese conjunto en unidades sin la intención de clasificarlas o categorizarlas por algún patrón determinado.
No estoy interesado en clasificaciones. Las clasificaciones tienen su mundo propio. Después que comienzas a clasificar las cosas, las clasificaciones se tornan vivas y dominan. Sin embargo, como las clasificaciones nunca comienzan como asuntos donadores de energía, siempre permanecen como troncos muertos. No son árboles; son meramente pedazos de madera.
En el esquema de enseñanza desarrollado por los brujos de tiempos antiguos, existen dos categorías de instrucción. Una es llamada enseñanzas para el lado derecho y es desarrollada en el estado normal de consciencia. La otra es llamada enseñanzas para el lado izquierdo, y es puesta en práctica sólo en estados de consciencia intensificada. Esas dos categorías permiten comprender las tres áreas de habilidad: la maestría de la consciencia, el arte del acecho y la maestría del intento.
Esas tres áreas de habilidad son tres enigmas que los brujos encuentran en su búsqueda de conocimiento. La maestría de la consciencia es el enigma de la mente; la perplejidad que los brujos experimentan cuando reconocen el espantoso misterio y propósito de la consciencia y de la percepción.
El arte del acecho es el enigma del corazón; el desconcierto que los brujos sienten al tornarse conscientes de dos cosas: primero, que el mundo nos parece inalterablemente objetivo y factual por causa de las peculiaridades de nuestra consciencia y percepción; segundo, que si diferentes peculiaridades de percepción entran en juego, las propias cosas del mundo que parecen tan inalterablemente objetivas y factuales cambian.
La maestría del intento es el enigma del espíritu, o la paradoja de lo abstracto – los pensamientos y acciones de los brujos proyectados más allá de nuestra condición humana.
La instrucción al arte del acecho y a la maestría del intento depende de la instrucción sobre la maestría de la consciencia, que es la piedra angular de las enseñanzas, las cuales constan de las siguientes premisas básicas:
1. El universo es una aglomeración infinita de campos de energía, semejante a filamentos de luz.
2. Esos campos de energía, llamados Mar Oscuro de la Consciencia, irradian de una fuente de proporciones inconcebibles, metafóricamente denominada Águila.
3. Los seres humanos también están compuestos por un número incalculable de los mismos campos de energía filamentosos. Esas emanaciones del Águila son una aglomeración encapsulada que se manifiesta como una bola de luz del tamaño del cuerpo de la persona con los brazos extendidos lateralmente, como un huevo luminoso gigante.
4. Sólo un grupo muy pequeño de campos de energía en el interior de esa bola luminosa son encendidos por un intenso brillo localizado en la superficie de la bola.
5. La percepción ocurre cuando los campos de energía de ese pequeño grupo que están inmediatamente alrededor del punto de brillo extienden su luz para iluminar campos de energía idénticos en el exterior de la bola. Una vez que los únicos campos de energía perceptibles son aquellos iluminados por el punto brillante, ese punto es llamado punto donde la percepción es aglutinada, o simplemente punto de encaje.
6. El punto de encaje puede ser movido de su posición usual sobre la superficie de la bola luminosa para otra posición en la superficie o en el interior. Una vez que el brillo del punto de encaje puede iluminar cualquier campo de energía con el que entra en contacto, cuando se mueve para una nueva posición ilumina de inmediato nuevos campos de energía, tornándolos perceptibles. Esta percepción es conocida como ver.
7. Cuando el punto de encaje se desplaza, torna posible la percepción de un modo totalmente diferente – tan objetivo y factual como el que normalmente percibimos. Los brujos entran en ese otro mundo para obtener energía, poder, soluciones para problemas generales y particulares, o para encarar lo inimaginable.
8. El Intento penetrante es lo que nos hace percibir. No nos tornamos conscientes porque percibimos; al contrario, percibimos como resultado de la presión y entrada del intento.
9. El objetivo de los brujos es alcanzar un estado de consciencia total, con el fin de experimentar todas las posibilidades de percepción disponibles para el hombre. Ese estado de consciencia implica realmente una manera alternativa de morir.
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