La Fuerza de un Guerrero

Publicado por Editor 24 de agosto de 2011

El camino del conocimiento es un camino forzado. Para aprender tenemos que ser empujados. En el camino del conocimiento estamos siempre luchando contra alguna cosa, evitando alguna cosa, preparados para alguna cosa, y esa cosa es siempre inexplicable, mayor, más poderosa que nosotros. Las fuerzas inexplicables llegarán.

El mundo está realmente lleno de cosas aterradoras y nosotros somos criaturas indefensas, rodeadas por fuerzas que son inexplicables e inflexibles. El hombre común, por ignorancia, cree que esas fuerzas pueden ser explicadas o cambiadas. No sabe cómo hacerlo, pero espera que los actos de la humanidad las expliquen o las modifiquen en algún momento. El brujo, al contrario, no piensa en explicarlas o modificarlas, él aprende a utilizar esas fuerzas, redirigiéndose y adaptándose a su curso. Y ese es su truco.

Hay muy pocos misterios en la brujería una vez que descubres el truco. Un brujo está sólo un poco mejor que el hombre común. La brujería no le ayuda a vivir una vida mejor. De hecho, diría que la brujería le molesta, le torna la vida complicada y precaria. Abriéndose para el conocimiento, el brujo se torna más vulnerable que el hombre común. Por un lado, sus semejantes lo detestan, le temen y buscarán terminar con su vida; por otro, las fuerzas inexplicables e inflexibles que nos cercan a todos, son para un brujo una fuente de peligro aún mayor.

Ser dañado por un semejante es muy doloroso, pero nada que se compare a ser tocado por un aliado. Un brujo, exponiéndose al conocimiento, queda a merced de esas fuerzas y sólo tiene un medio de equilibrarse: su voluntad. Así, tiene que sentir y actuar como un guerrero. Sólo como un guerrero es que la persona puede sobrevivir en el camino del conocimiento. Lo que ayuda a un brujo a vivir una vida mejor es la fuerza de ser un guerrero.

Tengo el compromiso de enseñarte a ver. No porque personalmente quiera hacerlo, sino porque fuiste elegido; fuiste apuntado. Aun así, soy llevado por mi deseo personal a enseñarte a sentir y actuar como un guerrero. Personalmente, creo que ser un guerrero es más apropiado que cualquier otra cosa. Por eso, busco mostrarte esas fuerzas como un brujo las percibe, pues solamente bajo su impacto aterrador es que la persona puede tornarse un guerrero. Ver sin ser primero un guerrero te dejaría débil. Eso te daría una falsa humildad, un deseo de desistir; tu cuerpo se degeneraría porque te tornarías indiferente.

Es mi compromiso personal tornarte un guerrero para que no te desmorones. Un guerrero sólo debe estar preparado para combatir, no para morir. El espíritu del guerrero no es dado a caprichos ni reclamos, ni a vencer o perder. El espíritu del guerrero sólo es dado a la lucha, y cada combate es la última batalla de un guerrero sobre la faz de la Tierra. Así, el resultado le importa muy poco. En su última batalla en la Tierra, el guerrero deja su espíritu correr, libre y claro.

Y mientras libra su batalla, sabiendo que su voluntad es impecable, el guerrero ríe y ríe. Debes entender que el guerrero no es un tonto. Un guerrero es un cazador inmaculado que caza el poder. No es borracho ni loco, y no tiene tiempo ni ganas de fingir, mentirse a sí mismo o dar un paso equivocado. El juego es muy preciado para eso. Está arriesgando su propia vida ordenada, que él llevó tanto tiempo para ajustar y perfeccionar. No va a desaprovechar todo eso por cometer un tonto error de cálculo, tomando una cosa por otra.

Como ya te dije, un guerrero es un cazador impecable que caza el poder. Si él tiene éxito en su cazada, puede tornarse un hombre de conocimiento. Cualquier guerrero puede tornarse un hombre de conocimiento.

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