Virtudes (2)
Solamente los extremamente sabios y los extremamente estúpidos no cambian.
Todavía no vi a nadie que ame a la virtud tanto como ama la belleza del cuerpo.
Saber lo que es bueno y no practicarlo es señal de cobardía.
Hay hombres incapaces para las ciencias, pero no incapaces de virtud.
¿Cómo es que un hombre sin las virtudes que le son propias puede cultivar la música?
Deja el carácter ser formado por la poesía, fijado por las leyes del buen comportamiento y perfeccionado por la música.
La virtud es el tallo de la naturaleza humana y la música el florecer de la virtud.
Al examinar los errores de un hombre, conocemos su carácter.
No hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti.
Nunca hagas apuestas. Si sabes que vas a ganar eres un canalla, y si no sabes eres un tonto.
Podemos cometer algunos excesos de vez en cuando. Pero siempre es bueno parar, y reflexionar sobre lo que hacemos en la vida.
El hombre superior lo abarca todo y es imparcial, el hombre inferior es parcial y no lo abarca todo.
El hombre superior se preocupa con la virtud, el hombre común con el conforto.
El hombre virtuoso es guiado por la responsabilidad, el no virtuoso por las ganancias.
La virtud no es una práctica aislada. Aquél que la practique tendrá vecinos.
Cuando el conocimiento de un hombre es suficiente para alcanzar algo, pero su virtud no le permite mantenerlo, él ciertamente perderá todo lo que gane.
No todos pueden ser ilustres, pero todos pueden ser buenos.
No te creas tan grande al punto de encontrar a los otros menores que tú.
El hombre que es firme, paciente, simple, natural y tranquilo está cerca de la virtud.
Aquél que reprime los impulsos de la cólera estará cubierto de cualquier peligro. Es conveniente saber sofocar, o al menos moderar la cólera, el temor, la tristeza, la alegría, y otras agitaciones profundas que pueden alterar la rectitud del alma.
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