Domingo: ¡un día para el hombre!

Publicado por Antonio Carlos Santini 6 de abril de 2010

Domingo: um dia para o homem!

El día 24 de marzo, en Bruselas, Bélgica, se inició una campaña por el “domingo sin trabajo”. Y no se trata de una iniciativa de origen “religioso” inspirada por alguna iglesia. Es sólo un grito que nace del corazón del hombre: ¡no somos máquinas!

Para el bien de la familia

La campaña nace de una iniciativa del eurodiputado alemán Thomas Mann y de la eurodiputada socialista italiana Patriza Toia junto al Parlamento Europeo. Naturalmente las ACLI (Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos) apoyaron la iniciativa, al lado de numerosos sindicatos y representantes de iglesias europeas. En Facebook, en un espacio de 24 horas se reunieron 13 mil personas de las más variadas nacionalidades poniendo su firma en el audaz proyecto.

Thomas Mann declara: “Nosotros exigimos un domingo sin trabajo para todos los ciudadanos europeos”. Para él, “garantizar un domingo sin trabajo es de máxima importancia para compatibilizar el trabajo con la vida de familia. En especial para tener tiempo de estar con los propios hijos”. Como comenta Gianluca Cazzaniga, del periódico “Avvenire”, se trata de un primer paso en dirección a una nueva norma para el continente europeo. Para László Andor, Comisario Europeo para el Trabajo, “es una cuestión de subsidiariedad entre las cuestiones sociales y la integración. Nada le impide a los Estados miembros proteger el domingo, como ya ocurre en dieciséis países de la Unión Europea”.

Más que religión…

Según Sebastián Maillard del periódico “La Croix”, una protección general del domingo ya fue reconocida durante un tiempo por la legislación europea. Las primeras normas datan de 1993, al establecer que el reposo semanal debía incluir en principio los domingos. Sin embargo, fue contestada por el Reino Unido – los mismos capitalistas que encadenaban niños a las máquinas en el Siglo XVIII – ante la Corte Europea de Justicia y la regla fue abandonada en 1996.

Si la dimensión religiosa de un domingo “sagrado” no escapa a nadie como “día del Señor” y día de celebración comunitaria, otras dimensiones también están incluidas en la cuestión. Por cierto, incluso en India, donde los cristianos son una ínfima minoría (cerca del 2,5% de la población), el domingo es día de reposo obligatorio. Para Francesco Riccardi, historiador y redactor de la revista “Cristiani nel Mondo”, la propuesta de un Free Sunday (domingo libre) evitará el agravamiento de las rupturas del tejido social, tan visibles en toda Europa. “El domingo – dice Riccardi – no es simplemente el día de reposo, sino el tiempo de los afectos, de la atención familiar, de estar junto a la comunidad y de reflexión personal y de oración para los creyentes. Es un tiempo especial, pues está sincronizado con el tiempo de los otros. Tiempo de fiesta, porque es tiempo libre, en el cual expresamos en profundidad lo más auténtico que nosotros somos”.

¿Lujo o libertad?

La Eurofund – agencia pública de la Unión Europea para la mejoría de las condiciones de trabajo – asegura que el trabajo dominical obligatorio no dejaría de producir efectos negativos sobre el ausentismo, la motivación del trabajador y las enfermedades laborales.

Pero tenemos argumentos mucho mejores para preservar el domingo. Un domingo de trabajo es un domingo sin familia. Sin galletas compartidas con los niños. Sin los fideos con todo el grupo reunido. Sí, el domingo puede ser un lujo, como dicen los vende-todo que pretenden vender también los domingos. Esos vende-todo están furiosos con nuestra intención de no trabajar los domingos. Pero éste es el lujo que nos distingue de los esclavos. Y, en el fondo, solo la libertad nos garantiza el domingo sin trabajo…

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