Cada uno de nosotros, seres humanos, tiene dos mentes. Una es totalmente nuestra, y es como una voz débil que siempre nos trae orden, integridad, propósito. La otra mente es una instalación foránea o alienígena. Nos trae conflicto, auto-afirmación, dudas, desesperanza.
En otras palabras una es nuestra mente verdadera, el producto de todas las experiencias de nuestra vida, aquella que raramente habla porque fue vencida y relegada a la oscuridad. La otra, la mente que nosotros usamos diariamente para todo lo que hacemos, es una instalación foránea.
Ese centro de energía no pertenece absolutamente al hombre. Entiende, nosotros, los seres humanos, estamos bajo estado de sitio, por decirlo de algún modo. Ese centro fue asumido por un invasor, un predador invisible. Y la única manera de dominar ese predador es fortificando todos los otros centros.
Yo veo la energía y veo que la energía sobre el centro del ápice de la cabeza no flota como la energía de los otros centros. Ella tiene un movimiento de un lado para el otro muy desagradable y muy extraño. También veo que en un brujo que fue capaz de dominar la mente, que los brujos llaman instalación alienígena, la fluctuación de ese centro se torna exactamente como la fluctuación de todos los otros.
Nuestras mezquindades y contradicciones, en verdad, son el resultado de un conflicto trascendental que afecta a cada uno de nosotros, pero solamente los brujos son dolorosa e irremediablemente conscientes de él, el conflicto entre nuestras dos mentes.
Un Predador de las Profundidades
Hay innumerables fuerzas externas controlándote en este momento. El control al que me refiero es algo fuera del dominio del lenguaje. Es tu control y al mismo tiempo no lo es. No puede ser clasificado, pero puede ser experimentado. Y sobre todo ciertamente puede ser manipulado. Acuérdate de esto: puede ser manipulado para tu total ventaja; claro que, nuevamente, no es tu ventaja, sino la ventaja del cuerpo energético del soñador.
Sin embargo, el cuerpo energético y tú, por lo tanto podremos continuar eternamente, como un perro corriendo atrás de su propio rabo, intentando describir eso. El lenguaje es inadecuado. Todas esas experiencias están más allá de la sintaxis.
Ese es el universo en libertad, inconmensurable, no lineal, fuera del reino de la sintaxis. Los antiguos brujos fueron los primeros que vieron unas sombras fugaces cruzando el campo visual, entonces comenzaron a seguirlas. Ellos las veían como tú las ves, y ellos las veían como energía fluyendo en el universo. Y descubrieron algo trascendental.
Descubrieron que poseemos un compañero para toda la vida. Poseemos un predador que vino de las profundidades del cosmos, y asumió el control de los preceptos de nuestra vida. Los seres humanos son sus propios prisioneros. El predador es nuestro señor y maestro. Nos hace dóciles, indefensos. Si queremos protestar, él suprime nuestras protestas. Si queremos actuar independientemente, exige que no lo hagamos.
Este es el tópico de los tópicos para los brujos antiguos: ¡somos mantenidos prisioneros! Este es un hecho energético. Hay una explicación para el control del predador sobre nosotros, que es la explicación más simple del mundo. Ellos asumieron el control porque somos alimento para ellos, y ellos nos aplastan sin piedad porque somos su sustento. Así como criamos gallinas en patios o gallineros, los predadores nos crian en humaneros. Por lo tanto, somos permanentemente alimentos disponible para ellos.
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