Fuerza de Voluntad

Publicado por Editor 1 de febrero de 2012

El concepto de que un ser humano se compone de dos cuerpos funcionales completos, uno a la izquierda y otro a la derecha, es fundamental para comprender a los brujos. Cuando el cuerpo humano es percibido como energía, queda absolutamente claro que él es compuesto no de dos partes, sino de dos tipos diferentes de energía: dos corrientes diferentes de energía, dos fuerzas opuestas y al mismo tiempo complementarias que coexisten lado a lado, espejando de esa forma la estructura dual de todas las cosas en el universo como un todo. Como ya vimos, la corriente del cuerpo de la derecha está ligada a la razón, y la corriente del cuerpo izquierdo a la Voluntad.

Los brujos antiguos entendían que esos dos tipos diferentes de energía representaban dos cuerpos completos y se referían a ellos con los términos cuerpo izquierdo y cuerpo derecho. El énfasis de ellos era en el cuerpo izquierdo, porque lo consideraban más eficaz en términos de la naturaleza de su configuración energética  para los objetivos de la brujería.

Ellos, que retrataron los dos cuerpos como corrientes de energía, describían a la corriente izquierda como más turbulenta y agresiva, moviéndose en ondulaciones y proyectando ondas de energía hacia el exterior. Como ilustración basta visualizar una escena en que el cuerpo izquierdo es como la mitad del sol y que todos los rayos solares acontecen en esa mitad. Las ondas de energía proyectadas por el cuerpo izquierdo son como esos rayos solares, siempre perpendiculares a la superficie arredondeada de la cual se originaban.

La corriente de energía del cuerpo derecho no es de ningún modo turbulenta en la superficie. Se mueve como el agua adentro de un tanque que está siendo suavemente mecido hacia el frente y hacia atrás. No hay ondulaciones en ella, sino un continuo movimiento de oscilación. Aún así, en un nivel más profundo, ella gira en círculos rotativos en forma de espirales. Como ilustración, basta imaginar un río tropical muy ancho y de apariencia tranquila en el cual el agua de la superficie parece que casi no se mueve, pero que tiene corrientes destructivas por debajo de la superficie. En el mundo de la vida cotidiana, esas dos corrientes están amalgamadas en una única unidad: el cuerpo humano como lo conocemos.

Mientras tanto, a los ojos del vidente, si la energía del cuerpo como un todo es circular, eso significa que el cuerpo derecho, que corresponde a la Razón Humana, es la fuerza predominante. La división de la energía entre los dos cuerpos no es medida por la destreza o por la falta de ella. La predominancia del cuerpo derecho es una predominancia energética, y además un hecho que podrá ser cambiado. ¡Porque el movimiento circular predominante en el cuerpo derecho es demasiado tedioso! Con seguridad ese movimiento circular se hace cargo de cualquier acontecimiento del  mundo diario, pero lo hace como un círculo vicioso y repetitivo. Todas las situaciones en la vida son encontradas en esa forma circular. Continuamente, continuamente, continuamente. Es un movimiento circular que parece extraer la energía interna y dar vueltas y vueltas con ella en un movimiento centrípeto. En esas condiciones no hay ninguna expansión. Nada puede ser nuevo para la Razón Humana, no hay nada que no pueda ser explicado por ella. ¡Qué rutina!, ¡qué tedio!

Es demasiado tarde para cambiar esa situación. El daño está hecho. La cualidad circular está aquí para quedarse. Pero no necesita ser continuo. Sí, nosotros andamos de la manera que lo hacemos; no podemos cambiar eso, pero también nos gustaría correr, o andar para atrás, para el lado, o subir una escalera. Simplemente andar y andar y andar y andar es muy útil, pero monótono. La contribución del cuerpo izquierdo, que corresponde a la Voluntad, tornaría aquellos centros de vitalidad más flexibles y dinámicos. Si, aunque fuese sólo por un instante, ellos pudiesen ondular en vez de moverse en círculos, una energía nueva y diferente, que es la Voluntad, entraría en ellos con resultados fantásticos.

Comentarios

Deja un comentario

banner

Fundação Metro

¡Haga clic aquí!