Encuentro con el Aliado

Publicado por Editor 19 de diciembre de 2011

El aliado vendrá a ti, no importa lo que sientas. Es decir, no necesitas hacer nada para atraerlo. Puedes estar sentado, moviendo los dedos, o pensando en las mujeres y, de repente, sientes un golpecito en el hombro, te das vuelta y está ahí a tu lado. ¿Qué puede hacer un guerrero?

El miedo es una cosa que nunca logramos vencer totalmente. Cuando un guerrero se encuentra en una situación muy difícil, simplemente le da la espalda al aliado, sin pensarlo dos veces. Un guerrero no puede tener caprichos, y así, no puede morir de susto. Un guerrero solo permite que el aliado venga cuando está bien preparado. Cuando está suficientemente fuerte para luchar con el aliado, abre su brecha y avanza, agarra al aliado, manteniéndolo inmóvil y conserva su mirada en él por el tiempo preciso; después, desvía la mirada, suelta al aliado y lo deja partir. Un guerrero, mi amigo, es el señor en todas las decisiones.

Solo puedes sobrevivir en el mundo de un brujo si eres un guerrero. Éste trata todo con respeto y no pisotea nada, a no ser que sea obligado. Un guerrero no se entrega a nada, ni siquiera a su muerte. Un guerrero no es un compañero dócil, un guerrero no está disponible, y si él se involucra con alguna cosa, puedes tener certeza de que sabe lo que está haciendo.

La idea de la Muerte

La vida para un guerrero es un ejercicio de estrategia. Pero tú quieres descubrir el significado de la vida. Al guerrero no le interesan los significados. Solo te puedo decir que un guerrero nunca está disponible, nunca se queda esperando en el camino, aguardando para ser masacrado. Así, él reduce al mínimo sus probabilidades de imprevisto. Lo que tú llamas accidentes son, la mayoría de las veces, muy fáciles de evitar, a no ser en el caso de los tontos que viven de cualquier manera.

Lo que nos torna infelices es desear. Y, sin embargo, si aprendemos a reducir nuestros deseos a cero, la menor cosa que recibiremos será un presente verdadero. Ser pobre o necesitado es solo una idea, así también es el odio, el hambre, o el dolor. El poder de hacer eso es lo único que tenemos, presta atención, para oponer a las fuerzas de nuestras vidas, sin ese poder somos basura, polvo en el viento.

Nos corresponde a nosotros, como individuos aislados, oponernos a las fuerzas de nuestras vidas. Ya te dije eso algunas veces: solo el guerrero puede sobrevivir. Un guerrero sabe que está esperando y sabe lo que está esperando, y mientras espera no necesita de nada, así cualquier cosita que reciba es más de lo que puede tomar. Si él necesita comer, se las arregla, pues no tiene hambre, si alguna cosa le daña el cuerpo, se las arregla para pararlo, pues no siente dolor. Tener hambre o sentir dolor significan que el hombre se abandonó y no es más un guerrero, y las fuerzas de su hambre y de su dolor lo destruirán. Un guerrero piensa en la muerte cuando las cosas pierdan claridad. Porque la idea de la muerte es la única cosa que templa nuestros espíritus. El desprendimiento del guerrero no quiere decir automáticamente sabiduría, pero le permite parar momentáneamente para reevaluar situaciones, reconsiderar posiciones. Para usar ese momento extra con consciencia y corrección, sin embargo, es necesario que un guerrero luche sin cesar durante toda la vida.

Un guerrero no puede ser asediado. Quedar asediado implica que se tienen posesiones personales que pueden ser bloqueadas. Un guerrero no tiene nada en el mundo a no ser su impecabilidad, y la impecabilidad no puede ser amenazada. Sin embargo, en una batalla por la vida, un guerrero debe usar estratégicamente todos los medios disponibles.

Un guerrero es solo un hombre. Un hombre humilde. Él no puede modificar los designios de su muerte. Pero su espíritu impecable que almacenó el poder después de privaciones tremendas ciertamente puede detener su muerte por un momento, un momento suficientemente largo como para dejarlo regocijarse por la última vez al recordar su poder. Podemos decir que es un gesto que tiene la muerte con aquellos que poseen un espíritu impecable.

Uno de los actos de un guerrero es nunca dejar que alguna cosa le afecte. Así, un guerrero puede estar viendo al mismo diablo, pero no permite que nadie lo sepa. El control del guerrero tiene que ser impecable.

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