Asentir Elegantemente al Infinito

Publicado por Editor 24 de abril de 2012

 

Los antiguos brujos creían que la elección, como los seres humanos la comprenden, es la condición previa del mundo cognitivo del hombre, pero eso es sólo una interpretación benevolente de algo que es encontrado cuando la consciencia se arriesga más allá del conforto de nuestro mundo, una interpretación benevolente de asentimiento. Los seres humanos están introducidos en un torbellino de fuerzas que lo arrastran de aquí para allá de todas las maneras posibles. El arte de los brujos no es realmente elegir, sino tener suficiente sutileza para asentir.

Aunque parezcan no hacer otra cosa sino tomar decisiones, en rigor, los brujos no toman decisiones. Por ejemplo, no decidí elegirte ni que tú fueras como eres. Ya que yo no podía elegir a quien le compartiría mi conocimiento, necesitaba aceptar a cualquiera que el espíritu me estuviese ofreciendo.

La decisión para los guerreros no es un acto de elegir, sino un acto de asentir elegantemente a las solicitaciones del infinito. El infinito escoge. El arte del guerrero es tener la habilidad de moverse con la más tenue insinuación, el arte de asentir cada comando del infinito. Para eso el guerrero-viajante necesita de destreza, fuerza y sobre todo sobriedad. ¡Todas esas cosas juntas traen como resultado la elegancia!

Lo que nos reunió a ti y a mí fue el intento del infinito. Es imposible determinar lo que es ese intento del infinito, sin embargo está ahí, tan palpable como tú y yo. Los brujos dicen que es un temblor en el aire. La ventaja de los brujos es saber que el temblor en el aire existe y asentir a él sin más demoras. Para los brujos no hay ponderación, espanto o especulación. Saben que todo lo que tienen es la posibilidad de unirse con el intento del infinito y ellos hacen exactamente eso.

Almacenando información

Si piensas al respecto de la vida en términos de horas en vez de años, tu vida es inmensamente larga. Aun si piensas en términos de días, de ese modo la vida sería interminable. Los brujos cuentan sus vidas en horas, y en una hora es posible para el brujo vivir el equivalente en intensidad a una vida normal. Esa intensidad es una ventaja cuando se trata de almacenar información en un movimiento del punto de encaje.

El punto de encaje, aun con el más diminuto movimiento, crea islas totalmente aisladas de percepción. La información en forma de experiencias en la complejidad de la consciencia puede ser almacenada allí.

La información es almacenada en la propia experiencia. Más tarde, cuando un brujo mueve su punto de encaje al lugar exacto donde estaba revive la experiencia total. Ese recuerdo de los brujos es la manera de recuperar toda la información almacenada en el movimiento del punto de encaje.

La intensidad es un resultado automático del movimiento del punto de encaje. Por ejemplo, estás viviendo estos momentos con más intensidad de lo que lo harías ordinariamente; así, propiamente hablando, estás almacenando intensidad. Algún día vas a revivir ese momento haciendo que tu punto de encaje retorne al lugar preciso donde está ahora. Esa es la manera en que los brujos almacenan información.

La intensidad, siendo un aspecto del intento, está conectada naturalmente al brillo de los ojos de los brujos. Para recordar esas islas aisladas de percepción, los brujos necesitan sólo intentar el brillo particular de sus ojos asociado a la localización a la cual desean regresar.

Todo lo que puedo decir es que los ojos lo hacen. No sé cómo, pero lo hacen. Convocan el intento con algo indefinible que poseen, algo en su brillo. Según los brujos, el intento es experimentado con los ojos, no con la razón.

Debido a que su tasa de intensidad es mayor que lo normal, en pocas horas un brujo puede vivir el equivalente a una vida normal entera. Su punto de encaje, mudando a una posición no familiar, absorbe más energía que lo normal. Ese flujo extra de energía es llamado intensidad.

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