¡Hasta los confines de la Tierra!

Publicado por Antonio Carlos Santini 3 de diciembre de 2013

El peso de la rutina y el marasmo de la pereza suelen robar la fuerza de las promesas que recibimos de Jesucristo. La gente se acostumbra con los milagros de Dios – inclusive aquellos que pasan por mediaciones humanas – y pierde la oportunidad de deslumbrarse con ellos y por lo tanto, de dar gracias a Dios.

Ejemplo de esto es aquella promesa hecha antes de Pentecostés: “Pero recibiréis el poder del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, para ser mis testigos en Jerusalén, por toda Judea y Samaria, ¡y hasta los confines de la tierra!” (Hechos 1,8.)

No viene al caso si el Maestro de Galilea tuvo una visión anticipada de nuestras antenas y satélites, de la tela de la web y de las redes sociales. El hecho es que todos estos “milagros” de la técnica – realizados a partir de las virtualidades y del potencial de la propia Creación – manifiestan aquello que parecía imposible: llevar el Evangelio a los confines del planeta.

Desde hace algunos años he utilizado los contactos de Facebook para divulgar una reflexión diaria sobre los textos de la liturgia de la Iglesia. Las resonancias de mis publicaciones suelen ser sorprendentes. He aquí una de ellas, bastante reciente.

“Vicente Luiz Cantini Antonio Carlos Santini estoy en Jakarta, Indonesia, y aquí ya es martes 12 de noviembre. ¿Podrías enviarme tu reflexión referente al Evangelio de hoy? Abrazos fraternos.”

Desde el otro lado del planeta, un amigo aguarda por la reflexión del día. En un país de mayoría no cristiana, él puede tener acceso al mensaje de vida del cual espera tener alimento para el alma. Obvio, la nueva riqueza de medios disponibles hace crecer en progresión geométrica nuestra responsabilidad por la evangelización.

Hace algún tiempo recibí este mensaje vía internet:

“¡Hola, Santini!

Seguramente usted no se acuerda de mí, pero nos conocimos años atrás gracias al grupo de jóvenes FACES, de la Parroquia Nossa Senhora Consolação e Correia, y más recientemente por Nossa Senhora Rainha.

El motivo por el que le escribo hoy es el simple hecho de querer agradecerle desde el fondo del corazón por su dedicación en compartir semanalmente el don de su palabra y conocimiento a través de las Liturgias Comentadas por el sitio web NS Rainha.

Yo, que no vivo en Brasil hace más de dos años y no tengo la oportunidad de ir a las misas católicas con frecuencia, me siento muchas veces tocado por sus palabras y por la claridad que ellas traen a cada lectura diaria.

“Gracias por el lindo gesto de ofrecerse como instrumento de la Palabra de Dios y compartir este don con nosotros. Que Dios lo ilumine siempre. Un fuerte abrazo,

Elvio”.

¿De dónde venía este mensaje? De Karlskona, Suecia, donde Elvio estudiaba en el Instituto de Tecnología Blekinge. El texto que él recibía por internet era el vínculo que lo mantenía vivo en la comunidad católica, aunque estaba “exiliado” en el extremo norte de Europa.

En internet, tenemos a nuestra disposición en numerosas páginas, los tesoros de la Patrística, la iconografía de las Iglesias de Oriente, libros enteros sobre temas del cristianismo y hasta la posibilidad de rezar la Liturgia dos Horas con comunidades monásticas. Los dominicanos de Francia ofrecen gratuitamente meditaciones diarias a los internautas, en especial en la Cuaresma y en el adviento.

Sin duda, el ciberespacio es nuestro nuevo campo de evangelización.

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